Rubéola (sarampión alemán)

La rubéola es una enfermedad grave que solía ser común en los Estados Unidos. Gracias a la vacuna, la rubéola se declaró erradicada de los Estados Unidos en 2004, lo que significa que ya no está presente en este país. Sin embargo, cada año, algunos estadounidenses que viven o viajan fuera del país manifiestan enfermarse de rubéola.

Existen 2 vacunas que pueden prevenir la rubéola:

  • La vacuna MMR protege a niños y adultos contra rubéola, sarampión y paperas
  • La vacuna MMRV protege a niños contra rubéola, sarampión, paperas y varicela

¿Por qué es importante la vacuna contra la rubéola?

La rubéola es una enfermedad contagiosa causada por un virus. Puede provocar complicaciones graves, en especial para bebés en gestación. Si una mujer embarazada contrae rubéola, puede perder el bebé. Los bebés que nacen de madres que han tenido rubéola pueden sufrir defectos de nacimiento de por vida.

La rubéola sigue siendo común en otros países. Las personas pueden contagiarse la enfermedad cuando viajan y propagarla a las personas que no están vacunadas cuando regresan a casa.

Vacunarse es la mejor manera de prevenir la rubéola. Cuando la cantidad suficiente de personas se vacunan contra la rubéola, es menos probable que toda la comunidad se contagie. Es por ello que, cuando usted y su familia se vacunan, ayudan a mantenerse saludables a sí mismos y a su comunidad.

Conozca más sobre cómo las vacunas ayudan a proteger a toda la comunidad.

¿Qué es la rubéola?

La rubéola es una enfermedad causada por un virus. A veces, la rubéola no genera síntomas, pero cuando lo hace, los síntomas pueden ser:

  • Fiebre leve
  • Dolor de cabeza
  • Conjuntivitis leve (enrojecimiento o hinchazón de los ojos)
  • Glándulas inflamadas
  • Incomodidad
  • Tos
  • Secreción nasal

La mayoría de las personas con rubéola mejoran en unas semanas. Sin embargo, a veces, puede causar complicaciones graves, tales como:

  • Artritis (dolor e inflamación de las articulaciones)
  • Infecciones cerebrales
  • Problemas hemorrágicos

La rubéola es muy peligrosa para los bebés en gestación. Si una mujer contrae rubéola durante el embarazo, puede perder el bebé, ya sea temprano en el embarazo (aborto espontáneo) o más tarde (muerte fetal). Los bebés que nacen de madres con rubéola también pueden sufrir problemas de salud graves que duren de por vida. Por ejemplo:

  • Problemas cardíacos
  • Pérdida de la audición o de la vista
  • Discapacidades del aprendizaje
  • Daños en el hígado y el bazo

La rubéola se propaga por el aire, como cuando alguien enfermo tose o estornuda. Conozca más sobre la rubéola.

¿Qué personas deben vacunarse contra la rubéola?

Todos los niños deben vacunarse contra la rubéola, y es posible que algunos adultos también deban hacerlo.

Niños

Los niños entre 1 y 6 años deben vacunarse contra la rubéola como parte de su calendario de vacunas de rutina.

Los niños necesitan 2 dosis de la vacuna en las siguientes edades:

  • 12 a 15 meses para la primera dosis
  • 4 a 6 años para la segunda dosis (o más pronto, siempre y cuando hayan pasado 28 días de la primera dosis)

Los niños entre 1 y 12 años pueden recibir la vacuna MMRV, que es una vacuna combinada. La vacuna MMRV protege contra el sarampión, paperas, rubéola y varicela. El pediatra puede recomendar la vacuna adecuada para su hijo.

Adultos

Es posible que los adultos deban vacunarse contra la rubéola si no lo hicieron durante la infancia. En general, todas las personas mayores de 18 años y nacidas después de 1956 que no han tenido rubéola necesitan al menos 1 dosis de la vacuna contra la rubéola. Los profesionales de la atención médica que no han tenido rubéola necesitan 2 dosis de la vacuna contra la rubéola.

Hable con su médico sobre cómo proteger a su familia contra la rubéola.

¿Qué personas no deberían vacunarse contra la rubéola?

No debería vacunarse contra la rubéola si usted:

  • Ha tenido un reacción alérgica que pone en riesgo la vida a una dosis de la vacuna contra la rubéola o a algún ingrediente de la vacuna (como la neomicina, un antibiótico que suele usarse en las vacunas)
  • Está embarazada

Antes de vacunarse, asegúrese de informarle a su médico si usted:

  • Tiene VIH/SIDA
  • Tiene tuberculosis
  • Tiene cáncer
  • Toma medicamentos que pueden afectar su sistema inmunitario
  • Alguna vez ha tenido un recuento bajo de plaquetas (un trastorno sanguíneo)
  • Se ha vacunado en el último mes
  • Ha recibido una transfusión sanguínea recientemente u otros productos derivados de la sangre, como plasma

Si está enfermo, es posible que deba esperar hasta que se sienta mejor para recibir la vacuna contra la rubéola.

¿Cuáles son los efectos secundarios de la vacuna contra la rubéola?

Los efectos secundarios suelen ser leves y desaparecen en unos días. Pueden incluir:

  • Fiebre
  • Sarpullido leve
  • Glándulas inflamadas en las mejillas o cuello

Los efectos secundarios menos comunes de la vacuna contra la rubéola incluyen:

  • Dolor o rigidez en las articulaciones, por lo general en mujeres (hasta 1 de cada 4 personas)
  • Convulsiones (movimientos o comportamientos repentinos e inusuales) por una fiebre alta (aproximadamente 1 por cada 3,000 dosis)
  • Recuento de plaquetas bajo temporal (a corto plazo) (aproximadamente 1 por cada 30,000 dosis)

Al igual que cualquier medicamento, hay una pequeña probabilidad de que la vacuna contra la rubéola pueda causar una reacción grave. Tenga en cuenta que vacunarse contra la rubéola es mucho más seguro que contraer la enfermedad. Conozca más sobre los efectos secundarios de las vacunas.

¿Dónde puedo obtener más información sobre la vacuna contra la rubéola?

Las Declaraciones de información sobre la vacuna (VIS, por sus siglas en inglés) cuentan con información detallada sobre las vacunas recomendadas. Lea las VIS para conocer información sobre las vacunas que protegen contra la rubéola:

  • Vacuna MMR: protege contra rubéola, sarampión y paperas
  • Vacuna MMRV: protege contra rubéola, sarampión, paperas y varicela (para niños)

Encuentre las VIS para estas vacunas en otros idiomas.

Vacúnese

Vacunarse es muy sencillo. Las vacunas están disponibles en el consultorio del médico y en muchas farmacias. La mayoría están cubiertas por el seguro.

Conozca cómo vacunarse

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