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Alice

"Los donantes de plasma dan un regalo invaluable de amor. Ellos dan y yo vivo. Tan simple como eso”. Cita de Alice, que recibió un tratamiento con plasma.

El plasma es la sustancia milagrosa que me permite vivir. Necesito 1000 donantes al mes para mi infusión de inmunoglobulina intravenosa (IVIG, por su sigla en inglés) , y agradezco a cada donante su generosidad y valentía. Sus actos desinteresados salvan vidas, y una de ellas es la mía.

Tuve tantas infecciones que perdí 122 días de trabajo en un año

Al principio, empecé a tener muchas infecciones graves, principalmente durante los meses de invierno. Me diagnosticaron infecciones de las vías respiratorias superiores, me dieron antibióticos una y otra vez y terminé en el hospital con neumonía. Después de perder 122 días de trabajo en un año, me remitieron a un especialista en inmunología. Fue entonces cuando mi vida estuvo a punto de cambiar para siempre.

Mis anticuerpos extrañamente habían desaparecido

Después de numerosas visitas médicas y análisis de sangre, descubrí que tenía una enfermedad genética rara llamada inmunodeficiencia variable común. Solo afecta a 1 de cada 250 000 personas y, lo que fue realmente desconcertante, la contraje a los 54 años, lo que significaba que mis anticuerpos extrañamente habían desaparecido. Sabía que tenía que vivir una vida “nuevamente normal” o esperar a que la muerte llamara a mi puerta.

Las infusiones de plasma IVIG me permiten vivir

Elegí vivir, y eso significa recibir infusiones de plasma IVIG cada 28 días. La IVIG está hecha de anticuerpos llamados inmunoglobulinas que ayudan a mi cuerpo a combatir las infecciones. Las infusiones reemplazan parcialmente los anticuerpos que mi cuerpo debería estar produciendo, pero deben reponerse cada mes y los necesitaré por el resto de mi vida. Afortunadamente, mi servicio de salud en el hogar cuenta con una enfermera maravillosa que administra cada infusión de cuatro a cinco horas en la comodidad de mi hogar.

Ahora soy voluntario en centros de plasma

Después de visitar un centro de donación de plasma cercano, me inscribí en su programa Adopta un Paciente. Doy las gracias a cada uno de los donantes, ellos se sorprenden al ver a un paciente real, lo que les permite ponerle rostro a un receptor de plasma. Y me encanta hablar con el personal porque son la clave para mantener a los donantes motivados a seguir donando. No te puedes imaginar lo honrada y privilegiada que soy de poder hacer esto.

Alice practicando la fotografía.

“El plasma es una sustencia milagrosa que está haciendo posible que sobreviva mi enfermedad autoimmune. Gracias a ti, puedo vivir y hacer el trabajo de voluntario que tanto amo”.

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